En este taller residencial se trabaja la conexión entre las sensaciones físicas, las emociones y los pensamientos, buscando la integración de estos aspectos para un mayor autoconocimiento y bienestar. Se parte de la premisa de que el cuerpo es un reflejo de nuestra historia personal y emocional y que a través de su conciencia podemos acceder a una comprensión más profunda de nosotros mismos.